Manejos gramaticales
El Mirador
Por Luis Céspedes Peña
En muchas ocasiones, especialmente nosotros (los comunicadores), nos dejamos arrastrar del lenguaje de lo que hoy se conoce como redes sociales, en las cuales-no siempre- se escriben palabras con contenidos que contribuyen a disminuir los conocimientos literarios, en vez de fortalecerlos.
Pero la culpa no es estrictamente de la mayorÃa de los usuarios de redes sociales u otras áreas donde tenemos que hacer uso del lenguaje. ¡Hasta la Real Academia Española comete sus deslÃes!
Casi a diario vemos cómo se cambia la imagen de nombres de instituciones que usan iniciales o siglas. En algunos casos les ponemos tÃtulos a personas con nombres jerárquicos, que no tienen o son mayores, los cuales no corresponden a sus funciones. ¡O repetimos el tÃtulo jerárquico, con diferentes nombres, de una determinada función en un mismo párrafo de una escritura!
En otros casos difundimos historias erradas. ¡Pero es mejor avanzar en los temas! Por ejemplo, la mayorÃa de comunicadores, escasamente periodistas, u otros sectores, dicen que la República Dominicana tiene 32 provincias, cuando en realidad son 31. El Distrito Nacional es un territorio privilegiado, que no pertenece a la Provincia Santo Domingo.
¡Aunque el Distrito tiene un senador y 18 diputados! Con este senador es que se completa el número 32. La mayorÃa de nosotros (los comunicadores), decimos, por el ejemplo: El arzobispo de la Arquidiócesis de Santiago, monseñor Héctor Rafael RodrÃguez, dijo "tal cosa". Si ya usted escribió o dijo arzobispo, está demás el tÃtulo de monseñor. ¡Dejes ese otro tÃtulo para un nuevo párrafo o simplemente elimÃnelo!
Muchos de nosotros (los comunicadores), le decimos prelado a un obispo consagrado o diocesano, lo que es incorrecto. Con las modificaciones hechas por el Vaticano, allà sólo queda una Prelatura personal como institución, erigida en 1982 por el Papa Juan Pablo Segundo, que lleva el nombre de Santa Cruz y Opus Dei. ¡Pero en el mundo católico hay Prelaturas territoriales o institucionales!
Antes habÃa 14 Prelaturas en la Santa Sede. La actual Prelatura personal es dirigida por un prelado, acompañado de otros, de presbÃteros, diáconos y servidores de la Ciudad del Vaticano, la cual es usada básicamente para asuntos pastorales u otras misiones especiales.
Antes de continuar, es importante saber ¿qué es un prelado? Es un presbÃtero (padre o sacerdote), que recibe un nombramiento del Sumo PontÃfice, casi siempre honorÃfico, pero sin retroactivo, para representar una determinada comunidad territorial o institucional, como podrÃa ser el caso de una universidad o una VicarÃa.
En nuestro paÃs hay muchos presbÃteros que tienen el tÃtulo de monseñor, que es el nombre que usan los prelados. En algunos casos, la Santa Sede les permite a prelados, especialmente de los que están al frente de zonas territoriales, que utilicen determinados atributos propios de los obispos consagrados. ¡El Papa tiene la facultad de crear y eliminar Prelaturas!
Debemos recordar a nuestro amigo, monseñor Agripino Núñez Collado, rector de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), participando en algunas reuniones con los obispos, como parte del privilegio otorgado por la Santa Sede. ¡Era un prelado!
Si los presbÃteros que reciben ese honor no son consagrados como obispos, mueren con el tÃtulo del cual fueron privilegiados por la Santa Sede, en virtud de que son usados para estar al frente de áreas especiales de la Iglesia Católica.
¿Entonces cuál es el sentido de la aclaración? Que al arzobispo u obispo no se le debe decir prelado, porque es una disminución de esa dignidad que le otorga la Iglesia Católica, aunque éste casi nunca, por el don de humildad, no aclara eso.
Ahora vamos a tocar otros aspectos más comunes, como es el uso de iniciadas o siglas para identificar instituciones. En el periódico El Quisqueyano.com, que dirigimos, como en casi todos los demás medios, llegan informaciones con iniciales, como Prd, Pld, Prm u otros nombres, sólo con la primera letra en mayúscula y las demás en minúsculas.
Lo mismo ocurre con las siglas, que escriben con mayúscula la primera letra y el resto, para completar la palabra en minúsculas. Por ejemplo: Asociación de Vendedores de Santiago (Asovesa). Eso es totalmente incorrecto. Debe escribirse ASOVESA. ¿Por qué?
Porque es una palabra compuesta llamada sigla.
Por ejemplo, si se escribe Universidad Autónoma de Santo Domingo, su nombre en iniciales escrito correctamente es UASD. ¡Todas las letras mayúsculas! Pero hay instituciones oficiales que realizan alguna actividad conjuntamente con la UASD, que escriben ese nombre asÃ: Uasd.
Pero si usted escribió Uasd, con la primera letra en mayúscula y las tres restantes minúsculas, ya ahà hay un problema gramatical ¡Eso ocurre a diario en nuestro paÃs!
La misma computadora, para quienes usan ese equipo, le está diciendo que eso está mal, porque está advirtiendo el problema con una raya roja, aunque sabemos que hay palabras que no son asimiladas por la misma. ¡Pero es una advertencia!
Casi todas las instituciones oficiales tienen ese problema, que deben corregir. Por ejemplo, la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santiago (CORAASAN), termina en sigla. ¡Es un grave error escribir Coraasan usando sólo la primera letra de la sigla en mayúscula!
Si no se vas a escribir las iniciales o letras para siglas correctamente, es preferible eliminarlas, porque están poniendo al cuestionamiento o en ridÃculo a los principales ejecutivos de esas entidades, que los conocedores del tema podrÃan decir que ellos no leen las notas antes de ser enviadas a los medios de comunicaciones.
Creemos que es tiempo para que la Real Academia Española (RAE) intervenga en ese desastre, porque se puede decir que el mal está comenzando.
¡Gracias por leernos!