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¿Qué busca usted?

Foto san Juan EvangelistaÁnimo en dos minutos

Según el evangelio de San Juan 1, 35-42

- "Me voy. Tengo que ir a una misa"

- "¿Qué pasa? ¿Quién murió?"

- "Don Fulano", y añadió: "Hoy es la última misa, y tengo que ir a cumplir con la familia".

- "Ah bueno", comentó un tercero, "entonces tú no vas a una misa ¡Tú lo que vas es a dar un pésame...!"

Este comentario me pareció algo duro, pero me hizo pensar. ¿A qué va la gente cuando va a un templo? ¿Qué van a buscando realmente?

Habrá quien esté allí por cumplimiento (cumplo y miento). Otros por compromiso, otros irán como si fuera a un acto social, o por rutina, o por costumbre, o por figureo...

Pienso que ninguno de ellos encontrará allí al Señor, porque... ¿cómo lo van a encontrar, si no lo están buscando...?

En el evangelio de hoy, dos hombres ven pasar al Señor y empiezan a caminar detrás de Él. Y de repente el Señor se vuelve y les habla. Es la primera vez que aparece el Señor dirigiéndose a la gente, y es curioso que lo haga con esta pregunta:

- "¿QUÉ BUSCAN?"

Entiendo ahora por qué las veces que he ido una misa por dar un pésame, o por cumplir, o sin buscar ni esperar nada, he salido de la iglesia con eso mismo: nada.

En cambio, las veces que me he presentado ante el Señor como un niño de 4 años ante su papá, siempre me ha parecido oír la voz del Señor diciéndome en algún momento: "Mi hijo, ¿qué necesitas?".

Dichosos los que consiguen acercarse al Señor en ACTITUD de BÚSQUEDA, porque siempre saldrán comprendidos, orientados y confortados. Por lo que veo un mensaje muy revelador en estas primeras palabras del Señor, ¿lo ve usted?

El que busca encuentra (El que no... no)

Y la próxima vez que entré a un templo, revisaré mi propia actitud.

LA PREGUNTA DE HOY

¿QUÉ PUEDE ESPERAR RECIBIR QUIEN SE ACERCA AL SEÑOR EN ACTITUD DE BÚSQUEDA?

Lo primero es una ACOGIDA INCONDICIONAL. Sea cual sea su estado, el Señor lo escuchará y lo comprenderá.

Lo segundo que recibimos de Él es una GUÍA para saber qué hacer y fuerza para hacerlo. A medida que aprendo a distinguir la voz del Señor, vamos siendo conducidos por la Sabiduría del mismo Dios.

Y lo tercero es SEGURIDAD. En una relación de amistad con Jesucristo, no sólo nuestra vida adquiere pleno sentido, sino que tenemos la garantía de vida eterna. "El que cree en Él no muere, sino que tiene vida eterna." (Juan 3,16)

"Solo existen dos clases de personas razonables: las que sirven a Dios de todo corazón porque le conocen y las que le buscan de todo corazón porque no le conocen" (Blaise Pascal).