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Un país con muchas preocupaciones

Foto Céspedes Peña 6El Mirador

Por Luis Céspedes Peña

El discurso pronunciado inesperadamente por el Presidente de la República, Luis Abinader, más que llevarles tranquilidad a la mayoría de dominicanos, lo que hizo fue crear más dudas de las intenciones encubiertas que parece tienen muchos de los ministros, administradores y directores generales gobierno para favorecerse con algunas medidas del Estado.

El equipo económico del gobierno parece que le recomendó al Presidente Abinader gravar con impuestos a los sectores más necesitados, como es el caso de la entrega del sueldo 13 navideño de los empleados públicos y privados, no al sector de los poderosos multimillonarios que hay en el gabinete presidencial, cuya última medida tuvo que dejar sin efecto por la presión que le puso el pueblo, para no figurar en el Presupuesto General de la Nación.

Pero de inmediato el Presidente anunció la venta de activos del Estado, que consiste en despojarlo de empresas, dentro de las cuales estaría la codiciada planta eléctrica Punta Catalina, la cual no citó, pero que se sabe que funcionarios de su gobierno ubicados en el mismo Palacio Nacional, realizan una campaña negativa para apoderarse de ella como una vaquita muerta de enfermedad.

El pueblo debe resistirse a aceptar ese otro despojo de propiedades del Estado, para favorecer a grupos poderosamente económicos. También es digno de análisis, que personas que declararon oficialmente tener más de 30, 40,50, 100, 200, 300, 400, 500, 600, 700, 800 y más millones de pesos, ahora se conviertan en empleados públicos.

De la mayoría de esas Declaraciones Juradas de Bienes, se puede contar en un minuto los que pueden justificar esos millones, exceptuando al Presidente Abinader, dueño de una de las más grandes cementeras del país, la Universidad conocida como OyM y gran inversionista turístico, y algunas personas más.

Nos opusimos a la venta de empresas del Estado en los gobiernos de Salvador Jorge Blanco e Hipólito Mejía, del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), para luego hacer lo mismo en el régimen de Leonel Fernández, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). El fallecido Presidente Joaquín Balaguer mejor compró empresas privadas para convertirlas en públicas.

¡Despojaron al Estado de la mayoría de sus empresas y ahora se quiere hacer lo mismo con las que quedan! Se habla de que hay el interés de vender edificios y otras propiedades donde funcionaban algunas de las instituciones abolidas por el actual gobierno, apetecidas por el sector privado.

Todos fracasaron, porque despojaron al Estado de propiedades, como fueron parte de la Corporación Dominicana de Electricidad (CDE), varios Ingenios públicos, la Compañía Anónima Tabacalera y decenas más, pero siguieron engordando a los más poderosos e inclusive entregándoles subsidios con el dinero del pueblo, como es el caso del sector eléctrico, que vende la energía más cara del mundo.

El Presidente Abinader sigue usando la mayoría de millones de pesos del Estado para el sector turismo, que admitimos necesita del respaldo oficial, especialmente por la crisis provocada por el coronavirus, pero debe hacerse sin dejar a un lado al sector agropecuario, como está ocurriendo, responsable de más del 80 por ciento de la alimentación de todos los ciudadanos que habitan nuestra nación.

Se puede estar de acuerdo o no con la política de inversión del gobierno del Presidente Danilo Medina, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), pero hay que decir que los sectores productivos recibieron el apoyo que nunca el Estado les proporcionó para el fomento de la economía nacional y, en el caso de la agropecuaria, con precios equilibrados.

El gobierno mantiene una línea política de persecución a ex funcionarios del gobierno pasado por supuesta corrupción, pero cada día el actual se ensucia más, porque de los nuevos multimillonarios que hay en el Estado, ya hay algunos desacreditados. Y el propio Presidente mantiene suspendidos a un grupo que se niega a hacer su Declaración Jurada de Bienes, lo que es un buen mensaje.

Si funcionarios del gobierno del PLD robaron, si hay pruebas reales, pues que se les someta a la Justicia, como también debe hacerse con los actuales, pero mientras eso ocurre los consumidores exigen que baje el precio de la canasta familiar, la cual se disparó de manera exagerada en el tiempo que lleva el este régimen. ¡Nadie se opone a que se someta a ex funcionarios si cometieron robos en el Estado, pero también investigar a los que entraron sospechosos de riquezas ilícitas.

El PRM prometió en su campaña electoral que iba a controlar la pandemia del coronavirus, a bajar los precios de los alimentos, las medicinas, los materiales de construcción y otras necesidades, pero está ocurriendo todo lo contrario, porque la situación parece incontrolable para los actuales gobernantes.

Por suerte, hasta ahora para el gobierno, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), la principal entidad política de oposición, luce acorralada, aunque hay la versión de que el ex Presidente Danilo Medina pronto comenzará a visitar los diferentes sectores del país para fortalecer el liderazgo peledeísta, el cual está en muy malas condiciones.

La democracia necesita tener una oposición fuerte, para cuando sectores descontrolados del pueblo se propongan acabar con ella, por las razones que sean, el liderazgo político pueda mediar con éxito.

Un plátano que se compraba en La Sirena, Jumbo, Mercado Central, El Nacional y otros en los últimos días del gobierno de Medina entre 12 y 17 pesos la unidad, hoy hay que pagar desde 30 a 35 pesos el cibaeño, no el barahonero, que es el más grande que se produce en el país.

La libra de batata que se compraba cuando Danilo Medina a 13 y 15 pesos en los diferentes supermercados, hoy hay que pagar hasta 40 pesos. Pero el problema es mayor cuando por un lado el gobierno enfrenta directamente al PLD, una organización que tiene una capacidad de movilización extraordinaria, aunque luce lenta, pero que puede despertar de su letargo y continuar respondiéndole al gobierno con dureza o sin miedo.

No se observa un cambio positivo ni para la mayoría de dirigentes perremeístas más sacrificados, a los cuales se les sigue relegando a puestecitos en el Estado, como es el caso del poderoso Santiago de los Caballeros, que apenas el Presidente Abinader le nombró un Ministerio, que es el de Salud Pública, para mantener a la mayoría de ellos fuera del gobierno o nombrar, algunos, en instituciones que la mayoría de los súper ministros, administradores y directores generales rechazaron. ¡Ese no es ningún cambio, señor Presidente, sino una forma de usted complacer a los multimillonarios, que ahora son empleados públicos! ¿Cuál es su opinión?

La mayoría de los mejores dirigentes del PRM son personas que "viven" económicamente, no son multimillonarios, pero parece que eso es un delito y que por no ser de la clase social gobernante, no merecen ser ministros, administradores y directores generales. La totalidad de ellos sigue esperando un empleo digno, pero el Presidente y los súper ministros parece que no están pensando en esos dirigentes, sino darles lo que sobra.

Ya hay una gran inconformidad de la mayoría de la población por la falta de soluciones a los problemas del país. Hay que decir que la República Dominicana está amenazada a "grandes torbellinos sociales". El pueblo no votó por el PRM sólo para que se someta a la Justicia a supuestos corruptos de ayer, aunque ahora no se sabe dónde hay más, si en el gobierno o fuera, sino por un cambio, el prometido, que no comienza. Seguimos creyendo que el país tiene un Presidente con buenas intenciones para el pueblo, sin importar en qué lugar social esté ubicado, aunque aparenta no tener el debido control interno, como si todas las ideas del grupo gobernante se las dieron por escrito.

El gobierno debe entender que los sectores industriales necesitan de más incentivos para mejorar la producción, lo que no se está haciendo. Se requiere de más empleos públicos y privados. Los millares de cancelaciones son un importante incentivo para las protestas sociales, porque los que salen del Estado tendrán muchas dificultades para volver a reincorporarse a la producción.

Desde que el Presidente Abinader dispuso la cancelación de los históricos luchadores Peggy Cabral, esposa del gran líder fallecido del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), José Francisco Peña, y de Rafael Suberví Bonilla (Fello), otra figura de la historia dominicana, dijimos este gobierno no va a trabajar pensando en conservar dignidades.

El Presidente Joaquín Balaguer, que gobernó la primera parte como un dictador, pero que terminó como un demócrata, fue capaz de nombrar en su gobierno al profesor Pablo Rafael Casimiro Castro y a otro líder histórico, Ángel Miolán, el que trajo al PRD desde Cuba a República Dominicana, en altas posiciones del Estado.

Hay figuras históricas que deben ser conservadas con el tiempo, aunque su sabor para algunos sea más amargo que la hiel, pero para otros como la miel.

¡Gracias por leernos!