En dos minutos
Sobre el evangelio de San Lucas 20, 27-38
Por Luis Rafael GarcÃa Dubus
Resurrección
"Fui al baño me lavé la cara y sacudà la cabeza, pero no sentà ninguna mejorÃa ¡realmente, me estaba ahogando! ¡Casi no podÃa respirar...!"
En ese instante pensé: no puedo respirar, me estoy muriendo.
Recuerdo que hice mentalmente la señal de la cruz. Y luego dije interiormente: "Señor, si he de encontrarme contigo ahora, por favor acógeme. Y perdóname cualquier cosa que haya hecho mal".
Cuando volvà en mÃ, estaba a treinta kilómetros de distancia, habÃa pasado por dos clÃnicas, y estaba en la sala de cuidado intensivo de la tercera. Allà fue que me di cuenta de que habÃa vuelto a la vida.
Todo lo anterior me fue relatado por Titina, una querida hermana de mi esposa, después de sufrir un grave edema pulmonar Alguien dijo "¡Resucitó...!"
Pero eso no es exacto. Más bien habrÃa que decir que revivió. Resucitar es otra cosa, y de esa otra cosa es que nos habla el evangelio de este domingo (Lucas 20, 27-38)
Los que "reviven" vuelven a morir, pero dice el Señor hoy: "Los que sean dignos de la otra vida y de la resurrección de entre los muertos no pueden morir... Y son hijos de Dios, pues El los ha resucitado."
(Lucas 20, 35-36)
Resucitar: Es lo único que da razón a nuestra vida actual.
La motivación de San Pablo era la resurrección. Lo expresa cuando dice: "Quiero tomar conciencia de su persona (Jesucristo) de la potencia de su resurrección, para ver de alcanzar, como sea, la resurrección de entre los muertos."
(Filipenses 3,10-11)
Todos los que hoy estamos viviendo, obedeciendo nuestra fe tenemos desde ahora mismo, la riqueza de la relación Ãntima con un amoroso
"Dios de vivos, no de muertos". (Lucas 20, 38)
Y esto da razón e inyecta ilusión a cada dÃa de nuestra vida. Indudablemente que es muy interesante revivir, como le sucedió a Titina. Ahora, ¿se imagina usted lo que será resucitar... a una vida sin problemas con un gozo ilimitado sin final...?
LA PREGUNTA DE HOY
¿Qué efecto produce en una persona creer en la Resurrección?
- Que no hay razón para tener miedo a la muerte, quien pierde el miedo a la muerte pierde el miedo a todo.
- Que vale la pena esforzarnos para que esta vida tenga más calidad, ya que nuestros esfuerzos serán coronados con una calidad absoluta.
- Que podemos vivir desde ahora mismo con más paz, tranquilidad, confianza y alegrÃa.
En resumen, que esta vida, sólo se transformará en otra mucho mejor que ésta, donde seremos absolutamente inundados por el Amor.
Y todo eso es fruto de la vida, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo, quien dio la vida por sus amigos.