Educación y Cultura para la Calidad
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Educación y Cultura para la Calidad

Fotografía de Luís Céspedes Peña 7El Mirador

Por Luís Céspedes Peña

La democracia, con todos sus defectos, pero también con sus virtudes, les permite a los ciudadanos evaluar el trabajo de cualquier gobierno, del color que se le atribuya, pero nadie debe desconocer que es el actual régimen peledeísta, desde el que dirigió Leonel Fernández Reyna, durante 12 años, hasta el actual que preside Danilo Medina, que en el país se comenzó a hablar de calidad de servicios en la administración pública.

Hoy, los más experimentados expertos internacionales están recomendando a otros países, poner en ejecución las buenas prácticas de calidad logradas por la República Dominicana en el sector público.

No deseo que nadie se sienta afectado por mi postura, pero hay que decir que el héroe de los cambios positivos en materia de calidad en los servicios públicos y sus orientaciones para mejorar la calidad de los artículos, muchos de los cuales compiten sin temor en los mercados internacionales, es el hoy ministro de Administración Pública, Ramón Ventura Camejo, el cual llegó al Gobierno Central (en el 2004), como director de la desaparecida Oficina Nacional de Administración y Personal (ONAP).

Luego de un heroico trabajo desarrollado en todo el país, con muchas conferencias, talleres y seminarios, pero también con mucha oposición de parte de algunos sectores dentro de su mismo gobierno, fue sustituida por la ya inexistente Secretaría de Estado de Administración Pública (SEAP), para de ésta nacer lo que hoy se conoce como Ministerio de Administración Pública (MAP). Todos esos movimientos fueron realizados por ese eficiente funcionario.

¡Los éxitos de la calidad dominicana corren por el mundo! Con mucho orgullo, el país observa cómo las actuales gestiones del Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes, así como el Consejo Dominicano para la Calidad (CODOCA), mantienen un excelente trabajo motivando la eficiencia en los diferentes sectores vinculados a sus labores. ¡Ningún funcionario responsable quiere quedar fuera del mensaje de calidad que patrocina el Presidente Danilo Medina!

Todos los sectores deben sentir orgullo de que instituciones como el Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD), las Organizaciones de las Naciones Unidas (ONU) y de Estado Americanos (OEA), como la Fundación Iberoamericana de la Calidad (FUNDIBEQ), reconozcan los avances obtenidos por el país en materia de calidad. ¡Eso sin mencionar los numerosos países que citan a la República Dominicana, por insertarse en la educación para la cultura de calidad!

Hay que reconocer el respaldo que recibe el país, a través del MAPo otros organismos oficiales, de parte de la Unión Europea, el Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otras instituciones. En un mundo sin fronteras, la calidad de los productos, servicios públicos y privados, es la dirección correcta para competir en los diferentes mercados, sin importar el tamaño de un país.

La República Dominicana, rica en tierras para la producción agropecuaria, debe dar un gran giro, en virtud de que en el 2017 se exportaron artículos por un valor de ocho mil 831 millones de dólares, pero importó siete mil 539 millones de dólares, casi equilibrando la balanza. Es cierto que hay que reconocer que en los últimos seis años de gobierno, el crecimiento está por encima del 6%.

Pero hay que seguir aumentando la producción, especialmente de los sectores agropecuarios e industriales. No fue una política correcta del Estado vender muchas de sus empresas, incluyendo grandes cantidades de tierras cañeras para eliminar varios ingenios productores de azúcares, uno de los cuatro renglones básicos que tenía la economía nacional. ¡Muchas de esas tierras están improductivas!

Hasta la década de los 80, las exportaciones de café, cacao, tabaco y azúcar, sostenían gran parte de la economía dominicana. El país requiere recuperar la mayor parte de esos renglones y depender menos de las importaciones de productos que puede producir para consumo nacional y exportar los excedentes. ¡Hay que rescatar los Ingenios!

El plan del Presidente Danilo Medina, conocido como Visitas Sorpresas, que ya sacó a millares de agricultores de la pobreza, está dando buenos resultados. No sólo el sector agropecuario es beneficiario de esa correcta política del Presidente Medina, sino medianos y pequeños industriales, sin descartar a las grandes empresas, que también son apoyadas con ese tipo de política.

Pero como ya el gobernante sabe qué hay que hacer en esos u otros sectores de la economía, donde la calidad de la gestión está funcionando, es importante que esas visitas sean convertidas en un proyecto general para la producción masiva de víveres, café, cacao, ganados (de las diferentes especies), habichuelas, tabaco, cerdos u otros que contribuyan con el aumento de las exportaciones, además del consumo local. ! Necesitamos más dinero por concepto de las exportaciones!

Hay que aprovechar el trabajo que está desarrollando el Ministerio de Administración Pública (MAP), CODOCA, Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes, así como el Sistema Dominicano para la Calidad (SIDOCAL), u otras entidades, en sus planes de capacitar a los empleados del Estado o mejorar la calidad de los productos.

También hay que admitir el cambio positivo del trabajo que está realizando el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes, haciendo talleres, ofreciendo conferencias, dando informaciones precisas para el fomento de los sectores industriales y comerciales de la República Dominicana.

Es importante que los productores les den seguimiento al trabajo de esas instituciones, como forma de tener mayores conocimientos de las labores que realizan, producir con calidad y aumentar su rentabilidad.

Hay Municipios, como es el caso de Tamboril, rico en tierras para el cultivo de cacao, café, tabaco, la crianza de cerdo y ganado, para sólo citar esos renglones, que el gobierno debe incentivar sus actividades, en virtud de que los productores de esos sectores desaparecieron en más de un 95 por ciento por falta de incentivos.

Con tantas tierras para el cultivo de café que tiene el país, es cuestionable que entre el 2012 y 2016, se importara la cantidad de 142.3 millones de dólares, pero hay que destacar el masivo proyecto de rescate que realiza el gobierno en comunidades de la Cordillera Central y el Sur.

El café dominicano es excelente por su labor para el consumo nacional y las exportaciones. También sucede lo mismo con el cacao. En el país hay una tremenda escasez de miel, lo que no se justifica en una nación llena de bosques portadores de flores, por lo que es otro reto para el Presidente Medina, que es diferente a otros gobernantes, porque él se crece cuando observa el desafío.

Se requiere que el gobierno comience un plan masivo de entrega de matitas de café y cacao. También disponer un mayor uso de equipos mecánicos para la preparación de tierras, debido a que la falta de recursos económicos impide que millares de productores reinicien siembras de esos cultivos. La educación cultural también incide en la motivación para el rescate de esos cultivos u otras actividades productivas.

A través de Asociaciones, hay que incentivar la crianza porcina masiva u otros animales para seguir mejorando la economía nacional. También debe hacerse lo mismo con la crianza de chivos, ovejos y otros sectores que no necesitan de tantos recursos, pero sí de educación cultural para su motivación.

Es importante señalar que la política de incentivo a las zonas francas y los parques industriales de parte del actual gobierno, logró rescatar a ese sector, el cual se temió que desapareciera antes de la llega al poder del Presidente Danilo Medina en el 2012.

El crecimiento de este sector, que ya tiene a Tamboril con un gran Parque, fruto de las facilidades otorgadas por el gobierno y la calidad de sus productos, es considerado como uno de los principales factores de desarrollo económico del país, donde a cada momento se registran nuevas empresas nacionales e internacionales.

Hay que decir que la casi desaparición del sector zona franca, fue el resultado de las políticas neoliberales que se aplicaron en el país a partir de 1999 y hasta el 2010, período en que en Estados Unidos, fruto de esa estrategia errada, desaparecieron más de 1, 500 empresas o establecimientos comerciales.

La gran paradoja es que Estados Unidos fue uno de los principales responsables de esas políticas neoliberales.

Como en nuestro país se vendieron o semi-privatizaron muchas empresas del Estado, fruto de esa equivocación internacional, ahora hay que proteger las que todavía quedan controladas por el sector oficial, como mecanismo para enfrentar la especulación provocada por sectores agiotistas.

Varias de las grandes potencias económicas del mundo promovieron la desaparición de las Direcciones de Controles de Precios en América Latina, pero en Estados Unidos cada producto tiene un límite en su costo. ¡Eso es un control de precios!, pero ya no existe en las naciones más pobres. ¡Es un gran problema a resolver, porque afecta al consumo mayoritario y elimina competencias!

Las políticas neoliberales se llevaron los subsidios a la producción apoyados por Leyes en América Latina, pero las naciones más poderosas, que habían eliminado esa política, volvieron a restablecerla. ¡Así no se puede competir! Es importante recomendarles a los exportadores, que la buena presentación de los productos, es fundamental para ese tipo de comercio.

¡Gracias por leernos!

AP.