Opositores dicen Raúl Castro retirada polÃtica “es mero burocratismo“
MIAMI (EFE).- La previsible despedida polÃtica de Raúl Castro, cerca de cumplir 90 años, como primer secretario del gobernante Partido Comunista de Cuba supone un "cambio fraude", un mero "traspaso burocrático del poder", no una transición polÃtica real, resaltaron este viernes expertos y opositores.
Se prevé que el hermano de Fidel Castro anuncie que cede el testigo durante el VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), que comenzó este viernes, pero los analistas y disidentes en el exilio aseguran que él, su familia y el entorno militar seguirán representando el poder en la isla.
"No es una transición polÃtica, es un traspaso burocrático del poder a una figura (Miguel DÃaz-Canel, actual presidente del paÃs) que seguirá recibiendo órdenes de la cúpula mafiosa militar que controla" la nación, dijo hoy a Efe Emilio Morales, presidente de Havana Consulting Group.
TODOS LOS RESORTES DEL PODER EN MANOS DE LOS CASTRO
Para Morales, lo peculiar de este traspaso de poder es que Raúl Castro ha depositado todos los resortes de control en manos de su propia familia.
AsÃ, precisó el economista, quien controla la finanzas del paÃs es el exyerno de Castro, el general Luis Alberto López-Callejas, junto con su hermano Guillermo Faustino RodrÃguez López-Callejas. "Ambos controlan GAE S.A. y todas sus estructuras empresariales dentro y fuera del paÃs y en paraÃsos fiscales", afirmó el presidente de la citada firma de asesorÃa.
O su nieto, Raúl Guillermo RodrÃguez Castro, quien, además de hijo de Luis Alberto López-Callejas, es el jefe del Departamento de Seguridad Personal, encargado de proteger a Castro y "vigilar al resto de los dirigentes del paÃs", añadió.
En materia económico-social, el traspaso de poder no va a significar "ningún cambio importante": todo quedará en el mismo "statu quo", sin "cambios estructurales profundos en la economÃa" y regido por el "sistema de economÃa centralizada", subrayó.
De la misma opinión es la opositora Rosa MarÃa Payá, quien opina que todo lo relativo al VIII Congreso del PCC es un "gran esfuerzo de propaganda" para presentar como un momento de cambio lo que no es más que un "cambio fraude".
Payá, hija del desaparecido lÃder opositor Oswaldo Payá, opina que el Congreso, al igual que la "retirada" de Raúl Castro, que ocupa el cargo de lÃder del PCC desde que en 2011 sucedió en él a Fidel, no es más que una "puesta en escena diseñada para el consumo internacional".
Una mera representación para, acotó la opositora cubana, "poner de manera exclusivamente nominal un rostro civil a la dictadura" e intentar lograr "concesiones económicas de Washington y Europa".
Pero "el pueblo cubano continúa siendo el gran excluido", aseveró a Efe.
Payá, promotora del movimiento Cuba Decide, coincide con Morales en que el poder se mantendrá en manos de la familia Castro y el "pequeñÃsimo grupo de jerarcas dueños del conglomerado militar y cuerpos de inteligencia".
"Cuando el régimen cubano se someta a la voluntad soberana del pueblo", entonces se podrá hablar de un cambio democrático en Cuba, agregó.
Por eso, prosiguió, es tan importante "la protesta que se ha extendido por todo Cuba horas antes del Congreso".
El hecho de que, por primera vez en 61 años, los Castro dejarán de figurar en la primera lÃnea de la polÃtica, tampoco es un factor relevante para John Kavulich, presidente de la entidad privada Consejo Comercial y Económico Cubano-Estadounidense.
UN PARTIDO COMUNISTA CUBANO ANACRÓNICO
No lo es con un gobernante Partido Comunista devenido en un "anacronismo", experimentando un largo proceso de "decadencia", sin voluntad para reconocer que "ya no necesita luchar por una revolución sino gestionar un paÃs", dijo Kavulich a Efe.
Y comparó al PCC cubano con el de otras naciones como China y Vietnam, capaces de "adoptar el papel requerido para que sus paÃses y ciudadanos prosperen", a diferencia de Cuba.
Cuba "solo luce hoy por su adhesión a la mediocridad", sostenida comercial y económicamente por otros paÃses, con 11,3 millones de ciudadanos que "no necesitan ninguna adherencia ideológica" y convertido en un paÃs "comercialmente inhóspito" para la inversión extranjera.
Orlando Gutiérrez, director del Directorio Democrático Cubano, afirmó a Efe que el VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba es un "embuste al pueblo de Cuba", una "mera reorganización interna para perpetuar su ocupación ilegÃtima y criminal del poder público".
A juicio de Morales, lo que sà se puede prever es un "aumento considerable de la represión y las libertades ciudadanas, además un deterioro aún mayor de la economÃa, atrapada en la ineficiencia del modelo y el efecto directo de la pandemia".
"Una situación que ha puesto al paÃs al borde de la hambruna", alertó el experto.