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La modificación constitucional

Foto Editorial El QuisqueyanoLa intención del Partido Revolucionario Moderno (PRM), para modificar la Constitución de la República y acomodarla a sus intereses, es desde ya un fracaso.

Lo primero es que no tiene la mínima posibilidad de conseguir los votos exigidos por la propia Carta Magna y porque tiene en su contra un terrible proceso inflacionario, causado por los altos precios de todos los productos básicos de la canasta familiar, la construcción u otros, como el del sector automovilístico.

Hay productos que en menos de dos años de gobierno del Presidente Luis Abinader, aumentaron los precios al triple y, en algunos casos, casi cuatro veces más, como el quintal de varilla para la construcción o la funda de cemento, entre otros.

Es que la misma formación del gobierno, compuesta por multimillonarios en más de un 95 por ciento, eliminó la idea del cambio prometido por los perremeístas.

Hoy, son la mayoría de perremeístas los que luchan por la caída a través del voto, del gobierno que ellos ayudaron a llegar al poder.

Y es que los altos precios de los artículos no tienen colores de partidos políticos, en virtud de que sacrifican a todos por iguales.

A eso se le suma la falta de seguridad ciudadana y de los bienes privados.

Tratar de buscar de ganar las elecciones con un porcentaje menor al 50 más uno que dice la Constitución de la República, una idea del fallecido líder José Francisco Peña Gómez, sería la única oportunidad que podría asegurarle al PRM la continuidad en el poder. ¡Pero qué difícil le será!

Si las elecciones fuesen mañana, el PRM no tendría asegurada ni siquiera la segunda posición, tomando en consideración que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) tiene hoy la mayor ventaja electoral y porque el liderazgo del ex Presidente Leonel Fernández continúa en crecimiento.

¡Tampoco cuenta con los votos de la Fuerza del Pueblo, que favoreció, directa o indirectamente, el triunfo del PRM en las elecciones pasadas!

Son muchos los factores nacionales y extranjeros desfavorables para el PRM. Por suerte, el país está tranquilo, a excepción de las invasiones de tierras privadas que amenazan las inversiones y que están creando temores en las comunidades donde se desarrollan, casi siempre dirigidas por personas con conductas cuestionadas, organizadas en asociaciones para delinquir.

El intento de modificar la Constitución, los altos precios de los productos, las invasiones de tierras privadas, la falta de apoyo internacional y la obligatoriedad que quiere imponer el gobierno del PRM para privatizar los bienes del Estado, tienen pintada la derrota electoral de los oficialistas en los comicios del 2024.

Hoy, el PRM no cuenta con una Marcha Verde, movimiento político que financiaba el hoy Presidente Luis Abinader, mientras que parte del liderazgo de Participación Ciudadana y la Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJU), está en el gobierno.

¡Parece que el PRM tiene el camino cerrado!