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Abinader, turismo, agropecuaria y zona franca

Foto Editorial El QuisqueyanoEl nuevo gobierno dirigido por el Presidente Luis Abinader, tomó como una de sus principales prioridades el desarrollo del turismo.

¡Así comenzó su gestión de gobierno! Es indiscutible que el turismo es una de las piezas fundamentales para el progreso nacional.

Es uno de los sectores más afectados por la pandemia del COVID-19 a nivel mundial. De ese sector dependen millones de dominicanos y extranjeros que residen en el país.

¡Es una buena decisión! Pero el turismo también requiere de un gran apoyo de la producción agropecuaria nacional.

Si el país tiene suficientes alimentos del campo, los costos operaciones del turismo disminuyen. Entonces e s evidente que el gobierno también debe enfocar su mirada hacia el campo.

Todavía el gobierno no tiene los 100 días que se le da para que el país observe el comportamiento de sus autoridades.

Pero lo importante es recordarle al Presidente Luis Abinader, que el turismo, la agropecuaria y el sector de zona franca son fundamentales para el crecimiento económico.

Y a esos puntos se le agrega la producción industrial fuera del conglomerado del sector de zona franca.

El presidente de la República necesita contar con el apoyo de la mayoría de dominicanos para poder avanzar.

La pandemia del COVID-19 no da respiro, por el momento, por lo que se requiere de actuaciones sabias de parte del gobierno.

El gobierno debe actuar con comedimiento en una sociedad tan compleja, como la dominicana. El líder del país, que lo es el Presidente Abinader, que parece es un buen estratega, necesita menos presión de sus partidarios.

En el gobernante Partido Revolucionario Moderno (PRM) hay personas con muy buenos principios e inquietudes valerosas, pero también de mente calenturienta.

Los últimos deben entender que el gobierno no tiene empleos para todos y que de la misma forma que el anterior régimen se ajustó a la llamada "Regla de oro", también debe hacerlo el actual.

Siempre hay que dejar trabajando a empleados públicos no compatibles con los ideas de los actuales gobernantes, pero sí cumplidores de sus deberes en el Estado.

¡Eso ocurre en todos los gobiernos!

Si el gobierno rompe esa regla, sus problemas serán permanentes. Hay que reconocer que el ganador de las elecciones pasadas es el PRM y la mayoría de los puestos en el Estado, serán para esa organización política.

Pero el gobierno debe ser prudente. Así podrá trabajar en sus planes a favor del crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI), que es la principal prioridad de hoy.

Si desde el Estado se crea la intranquilidad, no habrá mejoría en los sectores turismo, agropecuaria, comercio, industria a nivel global, baja en la actividad empresarial, disminuye la emprendeduría y las protestas sectoriales populares que los sectores productivos no desearían, obstaculizarían el bienestar.

El Presidente Abinader no debe trabajar por el progreso de la nación, con algunos sectores internos dándole fuetazos.

No se le debe forzar a convertirse en un persecutor político. Acciones de esas naturalezas tienen sentido por unos meses, pero luego pierden credibilidad entre la mayoría de ciudadanos y el gobierno, como ya ocurrió con otros, todo lo que hace es ganar impopularidad.

¡El mundo es así!