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El nuevo Distrito Municipal de Santiago

foto Logo EQ EditorialExtrañamente, directivos empresariales mantienen una campaña tenaz en contra de la aprobación legislativa del Distrito Municipal Santiago Oeste, el cual es respaldado, casi a unanimidad, por los residentes de Cienfuegos y más de 50 comunidades que integran la zona.

El pedido mayor, de parte de los dirigentes empresariales, es que el Presidente Danilo Medina vete la Ley. ¡Eso sería suicida para el señor Presidente de la República!

Lo que no se entiende de la lucha empresarial, es cuál o cuáles son los motivos que ellos exponen para que no se promulgue la nueva Ley.

El Presidente Medina, como fiel intérprete de la voluntad de la mayoría, no tiene otra alternativa que no sea la de firmar la nueva Ley que crea ese Distrito Municipal Santiago Oeste.

Antes, los legisladores crearon el Municipio Santiago Oeste, pero debido a los inconvenientes, se negoció una salida, para fundar el Distrito Municipal.

¡Eso es lo que debe ir, señor Presidente"

Es que no hay ninguna justificación valedera para impedir que se promulgue esa Ley. Los residentes de toda esa zona de Santiago, están alegres con su Distrito, debido a que eso les facilitará mejores servicios públicos, ahorro de dinero y les evita perder más tiempo para el pago de muchos arbitrios.

El alegato es que se está dividiendo a Santiago, es un mal entendido. ¡Y qué importa que se divida esa zona electoral, si habrá más desarrollo!

El nuevo Distrito Municipal tiene todas las condiciones para ser Municipio, pero como hubo un acuerdo entre los legisladores y los residentes de las comunidades favorecidas, hay que apoyar el nacimiento del nuevo Distrito Municipal.

Esa nueva estructura les permitirá a los residentes de Santiago Oeste, pagar sus impuestos en su zona y convertir los mismos en soluciones colectivas.

Felicitamos a los responsables de la aprobación de la nueva Ley, porque ella contribuirá a mejorar los servicios púbicos, a expandir sus condiciones sociales y contar una autonomía limitada, pero con más poder comparativo.

Los legisladores no deben aceptar ningún tipo de chantaje y el Presidente Medina está en el deber de promulgar esa Ley.
¡Una ley justa!